martes, 12 de febrero de 2013

La capitana del equipo de voley


Segunda parte
SETH

Estaba realmente nervioso, no veía llegar el momento de poder hablar con ella. Jessica Stanley. La había visto ir con sus amigos a hacer surf a la Push más de una vez. Tampoco le di más vueltas, total, la “élite” del instituto no se mezclaba con el populacho de la Reserva. Hasta que dio la casualidad de que me enteré de que Jessica era amiga de Bella. Debería haberme enterado mucho antes pero soy bastante propenso a los despistes. Ahí anduviste poco fino, Seth. Suspiré. Allí estábamos, Jake, mi hermana y yo como pasmarotes frente a la puerta del instituto. No sé cómo había conseguido arrastrar a Leah hasta allí, bastó con dejar caer que Jake nos requería para algo, la curiosidad la mataba aunque ella no lo iba a reconocer nunca. Y Jake bueno, supongo que le debía una por haber hablado con Bella y haberme conseguido el número de Jess. Entre mis intenciones no estaba contarle nada de todo esto pero un día estando de patrulla debí pensar demasiado alto y me pilló. Menudo vacile se trajo…lo peor de todo es que yo no podía contraatacar, haberle hecho comentarios sobre Bella solo lo habría jodido más y tampoco era plan. Vi mi oportunidad de oro cuando un día me preguntó si podría conseguir convencer a mi hermana de que hablase con él, sin el resto de la manada presente. No sé muy bien que se traía entre manos pero me sonó de lo más malpensable.  En fin, serían cosas mías, estaba en mala edad, esa en la que le encuentras doble sentido a todo. Jake y Leah se llevaban a matar pero qué más daba eso, era suficiente para picar un poco a Jake y de paso también a mi hermana.
Sonó el timbre, me volví y allí estaba, contándoles emocionada su vida sin ahorrarse detalles a Bella y Ángela Weber. Tenía una sonrisa muy contagiosa. Noté que mi hermana me miraba con cara de pocos amigos y que Jake no estaba rodando por el suelo de la risa por respeto. Hasta yo empezaba a notar que se me había quedado la cara de idiota del siglo. Jake se acercó a hablar con Bella y cuando me dio luz verde me acerqué a ellas para hablar con Jessica. Apenas hacía una semana que habíamos empezado a mandarnos algún mensaje que otro y yo estaba más pancho que otra cosa, pero hablar cara a cara ya era otro cantar.
-Eh… hola –traté de sonreír mientras me frotaba la nuca
-Seth ¡hola! –parecía contenta. Se puso a hablar conmigo pasando de Bella y Angela por completo- ¿qué tal? ¿Cómo por aquí? ¿Acompañando a Jake? Oh, pero si también está tu hermana –echó una mirada tras mi espalda hacia donde estaba Leah
-Sí, bueno –venga Seth, tu puedes-pensé.- oye Jess, te quería preguntar si…¿tienes algo que hacer mañana? Puedes venir a la Reserva si quieres –“¿venir a la Reserva si quieres?” ¿no había una forma peor de decírselo? Eres imbécil Seth.
Me contestó interrumpiendo toda la sarta de cosas de todo menos bonitas que me estaba llamando a mí mismo.
-¡Si, vale! –soltó una risita-
-Pues…¡vale! Genial. Te…¿te paso a buscar a Forks o…cómo?
-Quedamos aquí si quieres –me contestó con una sonrisa- ¿a las cinco?
-Sí, vale. A las cinco. Genial. –dije devolviéndole la sonrisa.
Me despidió con un hasta mañana al tiempo que agitaba la mano que no tenía ocupada sosteniendo su carpeta. Cuando me volví Jake y Leah ya no estaban asique volví directo a casa y me tiré en el sofá. Me puse a pensar en los planes para el día siguiente. Mamá no estaría así que tenía pensado  llevar a Jess a casa a ver una peli, tal vez Trompazos. Igual era demasiado bestia por mi parte, creo que definitivamente recurriría a pedirle opinión a Leah. Y hablando de Leah, en ese momento entró por la puerta, diría que más cabreada de lo normal, que ya es difícil.
-Eh, Leah
Prácticamente soltó un bufido, no estaba el horno para bollos. Aun así la seguí por el pasillo.
-¿Ha pasado algo? –le pregunté entrando en su cuarto mientras ella se tiraba en la cama y enterraba la cabeza bajo la almohada
-¡No! –contestó con esa simpatía que la caracteriza
-Va, cuenta, ¿Qué ha hecho ahora Jake?
Sacó la cabeza de debajo de la almohada y me echó la mirada del tigre.-Yo creo que lo sabes mejor que yo. O espera, ¿Qué hago, te lo cuento para que luego tú puedas contárselo al resto?
De pronto caí en porque Jacob quería hablar con mi hermana. No sé porque razón hacía unos días se me había ocurrido hacerle un inocente comentario sobre los pensamientos de Leah a Jake. Solo lo hice por tomarle el pelo un poco, no pensé que esos pensamientos fueran más enserio de lo que había pensado. Y menos aún pensé que Jake fuera a tomar cartas en el asunto.
-Joder Leah, lo siento ¿vale? Tal y como estaba Jake pensé que facilitaría las cosas
-¿Facilitar qué? Mira Seth, da igual. Ahora quiero estar sola, por favor
Salí de allí inmediatamente entornando la puerta tras de mí, desde luego no la pillaba en buen momento para contarle lo de Jess.

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