Segunda parte
SETH
Estaba realmente nervioso, no veía llegar el momento de
poder hablar con ella. Jessica Stanley. La había visto ir con sus amigos a
hacer surf a la Push más de una vez. Tampoco le di más vueltas, total, la
“élite” del instituto no se mezclaba con el populacho de la Reserva. Hasta que dio
la casualidad de que me enteré de que Jessica era amiga de Bella. Debería
haberme enterado mucho antes pero soy bastante propenso a los despistes. Ahí
anduviste poco fino, Seth. Suspiré. Allí estábamos, Jake, mi hermana y yo como
pasmarotes frente a la puerta del instituto. No sé cómo había conseguido
arrastrar a Leah hasta allí, bastó con dejar caer que Jake nos requería para
algo, la curiosidad la mataba aunque ella no lo iba a reconocer nunca. Y Jake
bueno, supongo que le debía una por haber hablado con Bella y haberme
conseguido el número de Jess. Entre mis intenciones no estaba contarle nada de
todo esto pero un día estando de patrulla debí pensar demasiado alto y me
pilló. Menudo vacile se trajo…lo peor de todo es que yo no podía contraatacar,
haberle hecho comentarios sobre Bella solo lo habría jodido más y tampoco era
plan. Vi mi oportunidad de oro cuando un día me preguntó si podría conseguir
convencer a mi hermana de que hablase con él, sin el resto de la manada
presente. No sé muy bien que se traía entre manos pero me sonó de lo más
malpensable. En fin, serían cosas mías,
estaba en mala edad, esa en la que le encuentras doble sentido a todo. Jake y
Leah se llevaban a matar pero qué más daba eso, era suficiente para picar un
poco a Jake y de paso también a mi hermana.
Sonó el timbre, me volví y allí estaba, contándoles
emocionada su vida sin ahorrarse detalles a Bella y Ángela Weber. Tenía una
sonrisa muy contagiosa. Noté que mi hermana me miraba con cara de pocos amigos
y que Jake no estaba rodando por el suelo de la risa por respeto. Hasta yo
empezaba a notar que se me había quedado la cara de idiota del siglo. Jake se
acercó a hablar con Bella y cuando me dio luz verde me acerqué a ellas para
hablar con Jessica. Apenas hacía una semana que habíamos empezado a mandarnos
algún mensaje que otro y yo estaba más pancho que otra cosa, pero hablar cara a
cara ya era otro cantar.
-Eh… hola –traté de sonreír mientras me frotaba la nuca
-Seth ¡hola! –parecía contenta. Se puso a hablar conmigo
pasando de Bella y Angela por completo- ¿qué tal? ¿Cómo por aquí? ¿Acompañando
a Jake? Oh, pero si también está tu hermana –echó una mirada tras mi espalda
hacia donde estaba Leah
-Sí, bueno –venga Seth, tu puedes-pensé.- oye Jess, te
quería preguntar si…¿tienes algo que hacer mañana? Puedes venir a la Reserva si
quieres –“¿venir a la Reserva si quieres?” ¿no había una forma peor de
decírselo? Eres imbécil Seth.
Me contestó interrumpiendo toda la sarta de cosas de todo
menos bonitas que me estaba llamando a mí mismo.
-¡Si, vale! –soltó una risita-
-Pues…¡vale! Genial. Te…¿te paso a buscar a Forks o…cómo?
-Quedamos aquí si quieres –me contestó con una sonrisa- ¿a
las cinco?
-Sí, vale. A las cinco. Genial. –dije devolviéndole la
sonrisa.
Me despidió con un hasta mañana al tiempo que agitaba la
mano que no tenía ocupada sosteniendo su carpeta. Cuando me volví Jake y Leah
ya no estaban asique volví directo a casa y me tiré en el sofá. Me puse a
pensar en los planes para el día siguiente. Mamá no estaría así que tenía
pensado llevar a Jess a casa a ver una
peli, tal vez Trompazos. Igual era demasiado bestia por mi parte, creo que
definitivamente recurriría a pedirle opinión a Leah. Y hablando de Leah, en ese
momento entró por la puerta, diría que más cabreada de lo normal, que ya es
difícil.
-Eh, Leah
Prácticamente soltó un bufido, no estaba el horno para
bollos. Aun así la seguí por el pasillo.
-¿Ha pasado algo? –le pregunté entrando en su cuarto
mientras ella se tiraba en la cama y enterraba la cabeza bajo la almohada
-¡No! –contestó con esa simpatía que la caracteriza
-Va, cuenta, ¿Qué ha hecho ahora Jake?
Sacó la cabeza de debajo de la almohada y me echó la mirada
del tigre.-Yo creo que lo sabes mejor que yo. O espera, ¿Qué hago, te lo cuento
para que luego tú puedas contárselo al resto?
De pronto caí en porque Jacob quería hablar con mi hermana.
No sé porque razón hacía unos días se me había ocurrido hacerle un inocente
comentario sobre los pensamientos de Leah a Jake. Solo lo hice por tomarle el
pelo un poco, no pensé que esos pensamientos fueran más enserio de lo que había
pensado. Y menos aún pensé que Jake fuera a tomar cartas en el asunto.
-Joder Leah, lo siento ¿vale? Tal y como estaba Jake pensé
que facilitaría las cosas
-¿Facilitar qué? Mira Seth, da igual. Ahora quiero estar
sola, por favor
Salí de allí inmediatamente entornando la puerta tras de mí,
desde luego no la pillaba en buen momento para contarle lo de Jess.
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